Agua Bendita ¿Cuál es su Significado?
¿Qué es el agua bendita? ¿Cuál es su significado?
Según el Catecismo de la Iglesia Católica, el agua bendita es “un medio eficaz para la profilaxis y la defensa contra las impurezas”.
El término agua bendita puede tener un significado genérico que designa cualquier agua sobre la que se ha realizado una bendición; es el caso del agua bautismal o agua gregoriana, destinada a la dedicación de iglesias, a la que se le añadía sal, vino y aceite. «Agua bendita» también puede tener un significado específico, que se refiere al agua sobre la que se pronunciaban las oraciones de bendición realizadas en el ritual romano; es esta agua bendita la que se utiliza para rociar con diversos beneficios a personas o cosas, en la aspersión al comienzo de la misa o para depositarse en las pilas de agua bendita. Es en este sentido específico que utilizamos esta expresión aquí.
Origen del Agua Bendita
Aunque la simple bendición del agua tiene su inspiración en el don del agua bautismal, las fórmulas para el beneficio del agua bendita se desarrollan al margen de la realización de la pila bautismal.
Las fórmulas más antiguas conocidas para la bendición del agua datan del siglo IV; en estas fórmulas ya se encuentra la esencia de los efectos que se esperan del agua bendita: "producir salud, expulsar enfermedades, poner en fuga a los demonios, proteger las casas, eliminar los obstáculos".
La presencia de sal en el agua bendita se remonta al menos a principios del siglo II, bajo el pontificado de Alejandro, papa del año 108 al 119.
El siglo V da testimonio de un uso bien documentado del agua exorcizada, que se convirtió en una costumbre.
El uso del agua bendita se extenderá rápidamente a casas, campos y personas. En resumen, toda vida humana está protegida por el agua bendita. La convicción íntima explica esta práctica de que nada puede ser puesto al servicio y alabanza de Dios sin haber sido previamente bendecido. Como toda la vida del hombre debe estar ordenada a la gloria de Dios, todo debe ser bendecido. Desde tiempos muy antiguos, un exorcismo se asoció con esta bendición para salvar cosas y personas del dominio del diablo, que se opone a la gloria de Dios y quiere conducir al hombre a la desgracia.
Así pues el rito de la bendición quedó estructurado de la siguiente manera:
- Exorcismo y bendición de la sal para adquirir la salud del alma y repeler todas las tentaciones y malas influencias.
- Exorcismo y bendición del agua para la purificación de lugares y personas, curación del alma y del cuerpo, protección contra los demonios.
- Una oración sobre agua y sal mezcladas para que esta agua bendita pueda alejar lugares y personas de la influencia del demonio. 
Agua bendita el domingo
En 847, el papa San León IV ordenó que la misa dominical comenzara con la bendición y aspersión de agua bendita. Esta disposición se extendió por la cristiandad. Así, era costumbre colocar pilas de agua bendita a la entrada de la iglesia para que los fieles se persignaran antes de entrar y pudieran llevar agua bendita a casa para su uso diario.
Este domingo, la aspersión está vinculada al rito del agua de la Vigilia Pascual. Con esta aspersión, recordamos la purificación efectuada por nuestro bautismo. Nos permite revivir nuestro bautismo y renovar nuestra renuncia a Satanás y al pecado.
El agua desempeña un papel único en la Iglesia. Se utiliza en muchos ámbitos de la fe católica para simbolizar la nueva vida que se ofrece en el bautismo. Por ejemplo, se utiliza para bendecir los altares y otros objetos sagrados, para lavarse la cara durante la confesión y la absolución, y para bendecir a las personas en diversos eventos católicos, como bodas y aniversarios.
A pesar de ser un sacramento menor, el agua bendita es un poderoso recordatorio de nuestro bautismo y debe usarse con frecuencia para protegernos a nosotros mismos y a nuestros hogares de la negatividad. También actúa como un remedio saludable contra los pecados y un medio para evitar los castigos.
